martes, septiembre 26

en mi natalicio







a mis 20 + 7:

  • ya no sé ni cuántos aparento…

  • leo más leyes que literatura… sólo que esta vez lo hago con gusto.

  • ayudo a mi corazón a manejar su debilidad, pero bombardeo mis pulmones con el humo de la ansiedad.

  • tengo una casa más pequeña pero es un hogar.

  • idealizo la figura de mi abuelo con la plena conciencia de que lo invento como persona.

  • no me duele tanto como antes saber que la felicidad se compone de pequeños momentos y estoy más cerca de la tranquilidad.

  • acepto con humildad y una resignación saludable que no soy tan creativa como quisiera.

  • aún así tengo este blog y me creo que lo soy de tanto en tanto.

  • me preocupan severamente el ambiente y la política.

  • me duele ver a mi país rendido con las manos en alto…

  • ya no me siento del todo presa de mi carácter.

  • me comienza a preocupar la firmeza y elasticidad de mi piel.

  • a diferencia de hace 10 años estoy enamorada de mi pelo.

  • mi paleta de colores se llena de grises y los blancos y negros absolutos comienzan a ceder.

  • me esfuerzo por no tener relaciones personales superficiales.

  • ¡también me esfuerzo por tener otras que sean sólo superficiales!

  • tengo citas médicas con regularidad y un envase de esos que usan los viejos y los no tanto para guardar las pastillitas.

  • la salida de los viernes puede ser a Kmart y no me parece aburrida.

  • descubrí que mi corazón solo me deja disfrutar el mar de manera comtemplativa.

  • dejó de ser mi carro el ícono de mi libertad.

  • los cocodrilos siguen dándome pavor.

  • montarme en un avión cada cierto tiempo es una prioridad.

  • encajo perfectamente con todos esos emails que te hacen saber que hay una etapa de la vida que supuestamente terminó (sí, esos que dicen que ya no puedes comer muy tarde, etc.).

  • he descubierto que me gustan los niños pequeños pero sigo inclinándome a pensar que me gustan sólo los que no son míos.

  • me preocupa el hecho de ahorrar para retirarme.

  • sigo peleando con la pizca de frialdad que no me permite abrazar a menudo a los que quiero.

  • la música sigue acariciándome el alma y ocupando un lugar privilegiado en mi vida.

  • ya no presiono el obturador de mi cámara tanto, pero lo hago con más seguridad.

  • sigo siendo un mar de contradicciones (¡cómo todos, no!)

  • digo lo que siento y me muestro tal cual soy, al fin y al cabo Dr. Seuss decía: “Be who you are and say what you feel, because those who mind don’t matter and those who matter don’t mind”.

  • me comunico de veras con la gente que me importa.

  • he estado en clases de yoga, fotografía, tenis, filosofía, comunicación, leyes, permisos ambientales, escritura creativa… y las que faltan. Aprender sigue siendo el hobby más constante de mi vida.

  • sigo teniendo la misma noción de la adolescencia: ¡La amistad me parece la megahostia!
Y me tomo el tiempo de escribir esto para, en un gesto totalmente egocéntrico, decirme a mí misma que estoy mucho más alante de lo que pensaba y que todo lo he logrado con mi propio esfuerzo y con la ayuda de la gente que me quiere… ¡que son más de los que jamás imaginé tener!

¡Feliz Natalicio!

domingo, septiembre 24

Una reflexión sobre Septiembre

Porque hace falta que busquemos más atrás en la memoria:

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lunes, septiembre 4

Alegato de locura-Todo un éxito

Reseña del Periódico Claridad
Por Perla Franco EN ROJO

Abarrotó el teatro. Así de fuerte fue la magia que llevó el pasado sábado a los fanáticos de Mikie Rivera al anfiteatro Raúl Juliá del Museo de Arte de Puerto Rico. Era su concierto “Alegato de locura”. El deseo de verlo interpretar inéditas canciones unidas a las conocidas, era una gran tentación. Luego de sus anunciados sueños y locuras acumuladas que deseaba compartir, era de imaginar que llegaría dispuesto a ofrecer lo mejor de su incuestionable talento. Y así fue. La magia de la noche se convirtió entonces en el sabor de esa plena cordura que él llama locura y que reclama para sí. Una velada de talento convertida en vibrante emoción acompañada de cuerdas, percusión y piano y un público que a todas luces se vivió canción tras canción dejando sellado que estábamos frente a uno de nuestros mejores cantautores.


Rebeldía, coraje y denuncia ante aquellas cosas injustas que a veces no queremos ver fueron parte de la fuerte introducción a cargo de Intifada y Luis Díaz con la interpretación de Miopismo. Esta canción unida a otras tres interpretaciones de esa lírica que acompaña al Hip Hop de contenido social, dejaron demostrado que Díaz es uno de sus más fieles exponentes.


Y llegó
Mikie. Flanqueado con un excelente grupo de músicos entre los que estuvieron Alejandro Torres y Javier Hernández en la percusión; José Carlo Vega en el bajo; Ismael Rivera en el piano y teclados, un cuarteto cuerdas de dos violines a cargo de Seida García y Noelia Cruz, una viola en manos de Leila Martínez y el cello por Eyerí Cabán, todos bajo la dirección musical de Juan Carlos Rodríguez quien a su vez tocó la guitarra acústica y la eléctrica. Con ese fondo Mikie hizo galas con su guitarra y sinfonía. Interpretó 17 canciones y también se movió por el escenario para tocar caja de percusión y piano.

Yo nací en septiembre, Todo era agua y Ella sabe, las intercaló con Fuga, una de sus nuevas producciones que interpretó junto a Javier y Nabeel de Viva Nativa. Luego siguió con Silencio, Canción del Trabajo, Dedos
Insomnes; esta última con él al piano. Prosiguió con Canto de una Brigada, Ángel sin Cielo y Amor de Mayo. Le siguió Piedra y Bala, canción que escribió luego del asesinato de Filiberto Ojeda Ríos y que interpretó acompañado de Tito Auger.

Seguidamente interpretó HF, tema estremecedor que dedicó en vida a Filiberto y que no dejó impune la emoción; incluyéndolo. Labios Mae West, A la Izquierda de tu Ausencia y Tango, sonaron magistralmente. Todas sus interpretaciones dejaron clara la tónica favorita de Mikie que podría resumirse en que no hay locura sin aquellos que se atrevan a reclamarla. Y él ha sido un constante defensor de esa magia soñadora convertida en locura que traduce en canción.


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pfranco@claridadpuertorico.com