Un autoretrato hecho por otro
*Por Siumell González Bermúdez
El día era cotidiano… tan cotidiano que se volvió nauseabundo. Las probabilidades de que algo importante, excitante o desconcertante pasara eran mínimas, por no decir nulas. Entró al ojo del universo y comenzó a vagar. Recorrió y anduvo por tantos espacios que llegó a parecer un “bum” cibernético. De repente se encontró con un relato autobiográfico que otro había escrito… pero sin duda era autobiográfico.
El título jamás dio indicios de que se encontraría con su propio ser aquel día. Allí, en el templo de la cotidianidad estaba ocurriendo algo ominoso. Cuán lejos hay que estar del propio ser para que otro te relate, para que otro haga no tu biografía sino tu autobiografía. Había una sensación de desdén porque aquella autobiografía era de tiempos en que aquel ser era miserable, de tiempos en que aquel ser no era otra cosa que un no ser. Sin embargo salivaba como un perro ante un hueso al ver aquel autoretrato, al ver que otro había tomado prestada su psique para vivir la inmundicia del no ser… Fueron tiempos de cólera, de peste bubónica, de heridas, de violencia, de soledades acompañadas, de pandemias, de esquizofrenia, de locura…
Ahora que se ven de lejos no se extrañan los sentimientos inmundos y sucios de aquel tiempo… lo que se extraña es la sensación de vida (aunque frágil y alucinada) que aquellos desechos psicóticos produjeron alguna vez. La cicatriz que dejaron es muy apreciada... el exorcismo llegó en el momento preciso.
1 Comments:
Pessoa pasó por aquí!!!
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